La Vampiro y el Ajedrez
La historia de este mate data del siglo XIX, en pleno romanticismo. Un famoso escritor iba todas las noches a jugar una partida de ajedrez a una posada cercana a su casa. Jugando al ajedrez por las noches conoció a una dama de la cual llego a enamorarse, y a raíz de ahí nuestro protagonista acudió todos los días a la misma hora a la posada para jugar al ajedrez con la dama hasta altas horas de la noche. La dama era pálida, de pelo oscuro, labios rojos, carne y ojos algo hinchados en sangre, bastante callada, lo cual sugería que se centraba mucho en la partida. El protagonista, como ya dije antes, tenía la costumbre de aparecer todos los días a la misma hora en la tranquila posada para jugar una partida con ella, enloquecido de amor. Pero una noche, la extraña dama apareció nerviosa, cosa que él, ciego de amor, apenas notó. Súbitamente ella alargó su mano a la ventana en un arrebato de nervios y con sus afiladas uñas arañó el cristal, produciendo un escalofrió en el escritor. Y en un momento dejó ver unos afilados colmillos. Dirigiéndose a nuestro protagonista le dijo:
- Lo siento mucho por ti pero tengo que morderte, estoy hambrienta y no he cenado. El escritor empalideció de terror, ¿como se había dejado engañar por una vampiro? ¿qué puedo hacer?.
- Es inútil que trates de huir; en cuanto salgas de aquí alzaré el vuelo y te alcanzaré- le dijo la vampiro a nuestro protagonista mientras hacía un esfuerzo por huir.
Intentando ganar tiempo nuestro protagonista pidió como última voluntad que le dejará vivir hasta acabar la partida. La vampiro accedió. Pero la partida ya no llevó el mismo ritmo que antes, ahora el escritor trataba de ganar en vano algo de tiempo. Pero cuando a ella le tocaba mover, lo hacía rápido para acabar antes. Los nervios del vampiro crecían, y viéndose desgraciado el escritor hizo unas cuantas jugadas rápidas hasta que de repente se quedó pensando justo en esta posición:
1.Txg7+ Rf6 2.Dxc6+!
Aprovechando la rapidez del vampiro, el escritor movió deprisa, para que no viera lo que el pensaba.
2...Txc6 3.Txc6+ Dd6 4.Txd6+ cxd6 5.Cc7!
- Ahogado- dijo la vampiro. - No- respondió el escritor- puedes mover el peón.
5...d5 6.Cxd5+
La vampiro se alzó sobre el tablero y agarró por el cuello al escritor y este le pidió que hiciese el último movimiento y mirara la posición.
6...Re6
Y justo mientras ella colocaba su rey...
7.Te7# mate
Las piezas forman la santa cruz. El vampiro lanza un chillido y huye a través del arañado cristal, volando y dando gritos de horror. El escritor se escapó, y por esa posada no volvió a aparecer. 1-0
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