Para Nuestro Ajedrez, Fernando Aramburu entrevista a:
Liisa Laurila, ajedrecista finlandesa que jugó un Preliminar en Uruguay.
Liisa Laurila, ajedrecista finlandesa que jugó un Preliminar en Uruguay.
- ¿Fecha y lugar donde naciste?
Liisa: Nací en Helsinki, Finlandia, el 2 de Febrero de 1952
Liisa: Nací en Helsinki, Finlandia, el 2 de Febrero de 1952
- ¿Trabajas, estudias, tienes algún título universitario...?
Liisa: Tengo título universitario de matemáticas. Trabajo con las computadoras, soy administradora de las bases de datos. Este año me jubilé parcialmente y solamente trabajo de media jornada.
- Participaste en algunos torneos en Uruguay en 2008. ¿Cómo llegaste aquí? Viviste en Montevideo, ¿tienes familiares aquí?
Liisa: Viví en Montevideo unos 7 meses. Llegué en octubre 2007 con mi esposo, quien toca la guitarra en una orquesta de tango. Cuando llegamos no conocía a nadie en Uruguay.
- Mirando tus partidas veo que no eras simple aficionada.
Liisa: Pero sí, ¡soy justo eso, simple aficionada!
¿Cómo te desarrollaste en ajedrez? ¿Cuáles fueron los torneos más importantes que jugaste? ¿Quién te enseñó a mover la piezas? - ¿En tu familia alguien más es ajedrecista?
Liisa: Mi padre me enseñó a jugar cuando tenía doce años. Unos años después empecé a ir a un club con mi padre. Pero era la única chica, me sentía como una curiosidad y me imaginaba que mis partidas eran un raro espectáculo: "A ver, como se defiende la chica!" Por supuesto nadie tenía malas intenciones - pero yo era muy tímida y no jugaba particularmente bien, y por eso me molestaba. Dejé de ir al club y empecé a hacer otras cosas. Cuando tenía 50 años empecé a jugar de nuevo. Pero solamente juego en cervecerías con amigos y por internet. Entonces, nunca he jugado "en serio", nunca jugaba en torneos (excepto en Montevideo) y nunca era miembro de algún club.
Mi padre y mi hermano juegan al ajedrez. Mi esposo no juega. Tenemos tres hijas y un hijo y los enseñé a jugar a todos. El único que sigue jugando es... el chico. ¡Muy típico!
- Me decías que ahora estabas retirada y jugabas ocasionalmente. ¿Pero cuando tenías que jugar una partida de torneo, ese día era para ti un día especial o un día como cualquier otro? ¿Te preparabas psicológicamente? ¿Estudiabas a tus rivales?
Liisa: Pues, solamente jugué partidas de torneo en Montevideo y no me preparaba de ninguna manera. Para mí, jugar en torneos fue parte de la magia de Montevideo. Una cosa rara, como las palmeras, como el mar, el español, el faina, el tango... cosas que no tengo aquí.
Liisa: Mi padre me enseñó a jugar cuando tenía doce años. Unos años después empecé a ir a un club con mi padre. Pero era la única chica, me sentía como una curiosidad y me imaginaba que mis partidas eran un raro espectáculo: "A ver, como se defiende la chica!" Por supuesto nadie tenía malas intenciones - pero yo era muy tímida y no jugaba particularmente bien, y por eso me molestaba. Dejé de ir al club y empecé a hacer otras cosas. Cuando tenía 50 años empecé a jugar de nuevo. Pero solamente juego en cervecerías con amigos y por internet. Entonces, nunca he jugado "en serio", nunca jugaba en torneos (excepto en Montevideo) y nunca era miembro de algún club.
Mi padre y mi hermano juegan al ajedrez. Mi esposo no juega. Tenemos tres hijas y un hijo y los enseñé a jugar a todos. El único que sigue jugando es... el chico. ¡Muy típico!
- Me decías que ahora estabas retirada y jugabas ocasionalmente. ¿Pero cuando tenías que jugar una partida de torneo, ese día era para ti un día especial o un día como cualquier otro? ¿Te preparabas psicológicamente? ¿Estudiabas a tus rivales?
Liisa: Pues, solamente jugué partidas de torneo en Montevideo y no me preparaba de ninguna manera. Para mí, jugar en torneos fue parte de la magia de Montevideo. Una cosa rara, como las palmeras, como el mar, el español, el faina, el tango... cosas que no tengo aquí.
- ¿Una partida inolvidable (ganada o perdida)?
Liisa: La derrota ante Camila Colombo en el preliminar en Montevideo. Jugué como una idiota y perdí en unas diez jugadas.
- ¿Cómo estudiabas? Un método? Muchas horas? Todos los días? ¿Tenías entrenador? ¿Usabas computadora en tu preparación?
Liisa: No he estudiado mucho. Tampoco he tenido entrenador excepto en Montevideo, donde estudié unos meses con Jose Riverol. Tengo libros - pero no los he leído aunque siempre tenía intención de hacerlo. Pero después de volver de Montevideo me compré un programa para la computadora, y eso sí he usado.
Liisa: La derrota ante Camila Colombo en el preliminar en Montevideo. Jugué como una idiota y perdí en unas diez jugadas.
- ¿Cómo estudiabas? Un método? Muchas horas? Todos los días? ¿Tenías entrenador? ¿Usabas computadora en tu preparación?
Liisa: No he estudiado mucho. Tampoco he tenido entrenador excepto en Montevideo, donde estudié unos meses con Jose Riverol. Tengo libros - pero no los he leído aunque siempre tenía intención de hacerlo. Pero después de volver de Montevideo me compré un programa para la computadora, y eso sí he usado.
- ¿Un ajedrecista favorito?
Liisa: Ninguno, como no he estudiado mucho no conozco las partidas y el estilo de jugar de los maestros.
- ¿Te gusta el ajedrez ping-pong o prefieres más “pensado”?
Liisa: ¡Los dos! Me gusta jugar de cualquier manera, pero más bien sin formalidades, con amigos. Es un pasatiempo maravilloso.
- ¿Por qué será que en Europa, Estados Unidos y ahora en Oriente es más común que mujeres ajedrecistas lleguen 2500 Elo y acá “en el sur” cuesta tanto? ¿Será una cuestión cultural? ¿Falta de oportunidades para la mujer en nuestros países? ¿El clima?
Liisa: No sé. ¿Será por la cantidad de las mujeres que juegan? En Finlandia no hay mujeres con Elo de 2500 (y muy pocos hombres).
- Cuéntanos algo del ajedrez en tu país. ¿Se promueve el ajedrez infantil? ¿El ajedrez es noticia en los periódicos y la televisión?
Liisa: El ajedrez no es tan popular, no es noticia en los periódicos ni en la televisión. Tampoco tenemos escuelas de ajedrez. Los jovenes pueden jugar en clubes, en algunos clubes hay entrenadores. Pienso que dan clases en Helsinki para jovenes pero no sé nada más de eso.
Liisa: Ninguno, como no he estudiado mucho no conozco las partidas y el estilo de jugar de los maestros.
- ¿Te gusta el ajedrez ping-pong o prefieres más “pensado”?
Liisa: ¡Los dos! Me gusta jugar de cualquier manera, pero más bien sin formalidades, con amigos. Es un pasatiempo maravilloso.
- ¿Por qué será que en Europa, Estados Unidos y ahora en Oriente es más común que mujeres ajedrecistas lleguen 2500 Elo y acá “en el sur” cuesta tanto? ¿Será una cuestión cultural? ¿Falta de oportunidades para la mujer en nuestros países? ¿El clima?
Liisa: No sé. ¿Será por la cantidad de las mujeres que juegan? En Finlandia no hay mujeres con Elo de 2500 (y muy pocos hombres).
- Cuéntanos algo del ajedrez en tu país. ¿Se promueve el ajedrez infantil? ¿El ajedrez es noticia en los periódicos y la televisión?
Liisa: El ajedrez no es tan popular, no es noticia en los periódicos ni en la televisión. Tampoco tenemos escuelas de ajedrez. Los jovenes pueden jugar en clubes, en algunos clubes hay entrenadores. Pienso que dan clases en Helsinki para jovenes pero no sé nada más de eso.
- ¿El ajedrez femenino tiene razón de ser? ¿Es discriminatorio?
Liisa: Sí y no. No tiene razón de ser porque no es un deporte físico. Sí tiene razón por el peso de la tradición, para que las pocas niñas que juegan no se sientan como extraterrestres. Es cierto que muchas chicas podrían disfrutar de ajedrez si la idea de probarlo les viniera a la cabeza y si pudieran jugar con sus amigas. Y con la cantidad de jugadoras vendría la calidad también.
- ¿Tienes amigas de la infancia que jueguen ajedrez? ¿Y amigas de tu edad que a veces se reúnan a divertirse jugando algunas partidas?
Liisa: No, cuando era niña no conocía a otras jugadoras. Y ahora no tengo amigas de mi edad que jueguen. Tengo una amiga con quién juego de vez en cuando, pero es joven y bien podría ser mi hija.
- ¿Porqué crees que hay muchos más hombres que mujeres ajedrecistas?
Liisa: Por la tradición, claro. Y justo por eso, hoy en día no es posible saber si hay otros razones también, si el ajedrez verdaderamente es una cosa más natural para los hombres o no.
- ¿Qué propondrías para intentar que su número se emparejara?
Liisa: No sé... ¿días para las chicas en los clubes de ajedrez? Quizás profesoras de ajedrez para los niños - chicos y chicas - en vez de profesores. Si hubiera profesoras... Y en las escuelas, una ajedrecista podría tener alumnos y hasta podría darse la oportunidad de jugar a las niñas después de las clases. (Aquí, en muchas escuelas los alumnos pueden quedarse en las escuelas después de las clases, para hacer deporte, música, etc, con profesores).
- En los torneos no sólo se ven pocas mujeres participando. También es difícil ver chicas organizando, acomodando piezas, poniendo relojes en hora, tomando fotografías, repartiendo planillas, entrevistando jugadores, haciendo de árbitro... ¿Qué pasa? ¿Es un calco de lo que ocurre en política, dirección de empresas u otras actividades, donde la mujer es absoluta minoría? ¿Hay otras razones?
Liisa: Pues, si no juegan ¿por qué querrían hacer el resto de estas cosas?
- ¿Qué te atrajo del ajedrez? Como mujer, ¿qué le dirías a una joven que ve el ajedrez con indiferencia? ¿Qué sientes tú que te ha aportado practicarlo?
Liisa: No sé que me atrajo, mi padre me enseñó a mover las piezas y simplemente me encantaba. Quizás le diría que es muy emocionante, no es tan complicado y se puede disfrutar del juego muy pronto, para eso no es necessario ser un maestro. Que vale la pena probarlo, con amigas. Ahora me gusta el ajedrez porque en este juego no hay nada escondido y nada de suerte (es decir, no se juega a los dados). Ambos jugadores pueden ver todo lo que esta pasando y solamente hay que ser más listo que el oponente.
Liisa: Sí y no. No tiene razón de ser porque no es un deporte físico. Sí tiene razón por el peso de la tradición, para que las pocas niñas que juegan no se sientan como extraterrestres. Es cierto que muchas chicas podrían disfrutar de ajedrez si la idea de probarlo les viniera a la cabeza y si pudieran jugar con sus amigas. Y con la cantidad de jugadoras vendría la calidad también.
- ¿Tienes amigas de la infancia que jueguen ajedrez? ¿Y amigas de tu edad que a veces se reúnan a divertirse jugando algunas partidas?
Liisa: No, cuando era niña no conocía a otras jugadoras. Y ahora no tengo amigas de mi edad que jueguen. Tengo una amiga con quién juego de vez en cuando, pero es joven y bien podría ser mi hija.
- ¿Porqué crees que hay muchos más hombres que mujeres ajedrecistas?
Liisa: Por la tradición, claro. Y justo por eso, hoy en día no es posible saber si hay otros razones también, si el ajedrez verdaderamente es una cosa más natural para los hombres o no.
- ¿Qué propondrías para intentar que su número se emparejara?
Liisa: No sé... ¿días para las chicas en los clubes de ajedrez? Quizás profesoras de ajedrez para los niños - chicos y chicas - en vez de profesores. Si hubiera profesoras... Y en las escuelas, una ajedrecista podría tener alumnos y hasta podría darse la oportunidad de jugar a las niñas después de las clases. (Aquí, en muchas escuelas los alumnos pueden quedarse en las escuelas después de las clases, para hacer deporte, música, etc, con profesores).
- En los torneos no sólo se ven pocas mujeres participando. También es difícil ver chicas organizando, acomodando piezas, poniendo relojes en hora, tomando fotografías, repartiendo planillas, entrevistando jugadores, haciendo de árbitro... ¿Qué pasa? ¿Es un calco de lo que ocurre en política, dirección de empresas u otras actividades, donde la mujer es absoluta minoría? ¿Hay otras razones?
Liisa: Pues, si no juegan ¿por qué querrían hacer el resto de estas cosas?
- ¿Qué te atrajo del ajedrez? Como mujer, ¿qué le dirías a una joven que ve el ajedrez con indiferencia? ¿Qué sientes tú que te ha aportado practicarlo?
Liisa: No sé que me atrajo, mi padre me enseñó a mover las piezas y simplemente me encantaba. Quizás le diría que es muy emocionante, no es tan complicado y se puede disfrutar del juego muy pronto, para eso no es necessario ser un maestro. Que vale la pena probarlo, con amigas. Ahora me gusta el ajedrez porque en este juego no hay nada escondido y nada de suerte (es decir, no se juega a los dados). Ambos jugadores pueden ver todo lo que esta pasando y solamente hay que ser más listo que el oponente.
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